sábado, 2 de marzo de 2019

ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3 y OMEGA 6


Estructura del ácido graso omega 3


Los ácidos grasos omega 3 pertenecen al grupo de los poliinsaturados. Hay seis tipos de ácidos grasos omega 3, los cuales tienen en común su base, el ácido lonilénico, aunque dos de ellos son de cadena corta y el resto de cadena larga, algunos ejemplos son HTA, ALA, SDA, ETA.

Los omega 3 se consideran grasas saludables imprescindibles para la función cerebral y cardiaca y para nuestro bienestar general, ya que su consumo tiene efectos beneficiosos sobre el cerebro. Además, la Fundación Española del Corazón afirma que el consumo de este contribuye a mantener los niveles normales de colesterol. También se ha demostrado experimentalmente que el consumo de grandes cantidades de omega 3 aumenta considerablemente el tiempo de coagulación de la sangre y otro estudio concluyó que la ingesta dietética de estos ácidos reduce el curso de la arteriosclerosis coronaria en humanos. 

Estos ácidos no son producidos por nuestro cuerpo en cantidades significativas, por tanto, debemos incorporarlos a nuestro organismo mediante la alimentación diaria. Se distribuyen a través de todas las células del organismo y modifican la composición y la función de la membrana plasmática de las mismas. Así, determinan la estructura y la funcionalidad de las células del organismo.
Estos ácidos podemos encontrarlos en alimentos como el aceite de soja, el aceite de canola o las semillas de la chía, que son fuentes vegetales, las nueces, las semillas de linaza o de calabaza y en los tejidos de ciertos pescados, como el salmón o las sardinas, y mariscos. También podemos encontrarlos en el lino.



Estructura del ácido graso omega 6



Los ácidos grasos de omega 6 son insaturados, ya que tienen enlaces dobles en sus cadenas, por otro lado tienen la peculiaridad de tener el primer enlace doble en el carbono de a posición seis, cotando los carbonos desde el final de la cadena del ácido. Hay siete tipos de ácido graso omega 6, donde el ácido linoleico es el más corto y es esencial.

Estudios recientes han encontrado que niveles excesivos de omega 6 incrementan el riesgo de contraer diferentes enfermedades, incluyendo depresión. Además, los riesgos de alta concentración están asociados con ataques de corazón, artritis, osteoporosis, inflamación, cambios de ánimo y obesidad. Por otro lado, el ácido gamma-linleico, que es un tipo de ácido omega 6, protege el sistema cardiovascular y es el relamente importante. Además, los ácidos correspondientes a este grupo aportan beneficios como estimular el crecimiento del cabello, regular el metabolismo o favorecer una piel saludables.

Los alimentos en los que podemos encontrar ácidos grasos omega 6 son las nueces, cereales, pan integral, huevos y aves de corral, soja, aguacate y en la mayoría de los aceites vegetales.



 

Una de las diferencias entre el omega 3 y el omega 6 es su estructura, ya que los de omega 3 tienen su primer doble enlace en el carbono tres y los ácidos de omega 6, como dije antes, tienen el primer enlace en el carbono seis. 
Las grasas omega 3 y omega 6 son incompatibles entre sí, es decir, ambos compiten en el cuerpo por las mismas vías y enzimas. Las grasas que se consumen en mayor abundancia dominan el estado reactivo del cuerpo, ya que el cuerpo no puede metabolizar ambas a la vez y por eso deben encontrarse el perfecto equilibrio entre ambas.  Esto es una de las razones por la que los vegetarianos y los niños, que no comen pescado por diferentes motivos, corren un riesgo especial de registrar bajos niveles de omega 3 y excesivos de omega 6.

Algunos de los síntomas que podemos experimentar si hay desiquilibrio entre entos dos ácidos son dolor e inflamación crónica, endurecimiento de las arterias, cardiopatías, desiquilibrios hormonales, afecciones respiratorias o problemas de coagulación de la sangre.


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